No le pidas al sol que no aparezca,
porque no florecerán las azaleas
No le pidas al mundo que no vea,
el amor que de brota de tus ojos
No le pidas a la lluvia que no caiga,
porque no florecerán los pensamientos
No le pidas a la vida “el olvidarme”;
porque yo no te he olvidado ni un momento
No le pidas al destino que no existe
que se lleve tus palabras de aquel día
No le pidas a la historia que no diga,
lo que fuiste, y serás para mi vida
No le pidas un consejo a la premura
No malgastes los minutos que nos quedan
No pretendas que no sea primavera
Regalame un minuto de ternura
No le pidas al invierno que florezca,
ni al cerezo que no entregue de su fruto
No le pidas a Dios que te devuelva,
lo que nunca has perdido; ni un minuto