Yoali Ehecatl

ResignaciĆ³n

Si al caer la noche sigo aun perdido, solo, cansado y herido

a causa de mi largo andar sin poder encontrar lo que tanto he querido,

sumergido en el olvido dejare la vida que tanto amo

pues ningún placer mundano me interesa al grado de mantenerme vivo.


De la vida nada bueno espero ya,

no tengo esperanza de encontrar en un futuro

aquel lugar en el cual podría sentirme libre y volvería a soñar,

¿para qué seguir adelante si se lo que he de encontrar?

Si todo es dolor constante ¿para que buscar?

Mejor será dejar atrás la vida en pena que a cuestas traigo,

si la suerte me abandona sin mayor embargo

porque le habría de rogar siendo esta la culpable de mi llanto.


Pero en vano será quejarme,

si la vida no me quiere, menos querrá escucharme,

en la sombra de mi pasado duermo

y un doloroso recuerdo como sueño tengo,

tiritando de frio y de miedo muriendo lento, solo, triste y enfermo,

mejor será apurar el miserable paso

y que comiencen a tocarse sinfonías funestas,

que las sombras bailen a la luz de las velas,

que estén abiertas de par en par las puerta

para que el frio viento nocturnal entre derramando un perfume de violetas.   

 

Entre la bruma densa se vislumbra

una tenue sombra que danzando tristemente me anuncia,

la partida de la suerte tan difusa,

de la precaria esperanza,

de la vida tan confusa que me ha tocado vivir,

y no entiendo después de tanto tiempo

¿a quien le ha tocado decidir que mi pena se acrecenté alejándome de ti?,

¿es que acaso tanto debo que me esta prohibido el ser feliz?

Condenado a muerte estoy en este infierno y no me importa

pues he estado muerto desde el instante mismo en el que te perdí.