Danny McGee

COPIHUE.

Copihue.

Cuando caiga la noche y tus ojos se nieguen a brillar en una lágrima, no creas que eres parte de un recuerdo algo empañado, pues jamás se borra el alma del amor que fue a tu cara en las tierras de tu infancia.

Y así, ya anclada en esa noche que te lleve a tu pasado, sin notarlo irás entrando en jardines de esperanzas, jardines que te digan que tu aroma no se olvida, ni se deja a la deriva por lejano que haya estado.

Cuando estés triste por no llorar y salga del silencio el aroma de un recuerdo, no creas que la noche te ha dejado en el olvido, simplemente estará pensando en cuál será la estrella que esa vez ha de ofrecerte.

Y así, en la noche que tú creas que eres toda una mujer, te verás frente a ese sueño donde vuelvas a ser niña, la niña que reía con sus labios de copihue y que vuelve a darle aromas a esa flor que fue exiliada.

A Claudia Jara.