Enrique del Nilo

192121 NOCHES TRISTES

 

 

 

Se viene pintando la niña

esa que le dicen santa maría

 

Desde la penumbra de la matriz de las aguas

les vimos llegar…

venían hablando extraño,

venían enfermos y hambreados;

nuestros antepasados

les recibieron con regocijo,

les curaron y les alimentaron…

para una vez repuestos

volverse a zambullir en las entrañas del mar

 

Lunas después los tambores sonaron,

los amigos de la inmensidad del mar

volvían desde la penumbra,

sus chinamas con vela

asomaban por el horizonte;

y cuando mancharon la playa con su huella

nuestros antepasados igual

les recibieron con obsequios, comida…

 

Pero ahora en los ojos de los pelirojos

cabalgaban fuego de terror,

fuegos de muerte…

amenazas de terror

 

Nos llamaron bárbaros,

nos condenaron herejes,

nos vendieron ropa,

nos vendieron la vida

y la libertad de servirles

se apoderaron de la tierra,

de los frutos de la tierra

y de los que habitábamos en ella

y nos obligaron a agradecerles

el no exterminarnos

 

Nos usaron como bestias de tiro,

como peldaños,

y hasta como desahogo de sus furores pasionales…

 

Pero transcurridas las lunas

una nueva corona vino a reclamar su poder

mandando al “indio” a callar,

reclamando la vida y las heridas

de sus conquistadores alcanzados

por las piedras y flechas

de los guerreros originarios

 

Pero algo había cambiado

en los “indios” que antes se doblegaron

y que pagaron con oro

sus lentejuelas y pedazos de vidrio;

ahora estos “indios”

inmersos en el sistema

que los pelirojos les empotraron

jugaban a ser presidentes,

descubrieron que los pelirojos no eran dioses,

que sus religiones eran realmente paganas

y que seguían pensando

que la tierra era plana

América se sigue descubriendo