Con su mirada desnuda mi cuerpo
sus dedos excitantes buscan refugio
y encuentra mi tesoro más deseado
caliente, brillante mi campana de oro.
Sus manos quitan suavemente las perlas de mi blusa
buscan mis dos montañas con sentimiento
como un carruaje que busca un nuevo sendero
y, con todo y nada, llega a su mejor destino con sosiego.
Aunque en la profundidad de sus ojos le veo
moribundo y perdido sus manos navegan
por mi ombligo sutilmente hasta que me nutren
sus gotas y me dejo gobernar como perro falta de abrigo.
Autores: Juan Antonio Riveira Dosártes
Azucena Ibatá Bermudez πΌπ
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