ALVARO J. MARQUEZ

TODO CAMBIA

 

“Cambias tú, cambio yo, cambiamos…/ parece que el cambio en la vida es ley;/ habrá que ver si en el cuento que recordamos,/ aquel que era mendigo, ahora es rey”.

 

El cielo por momentos cambia en la distancia,

pues nos luce azul o de pronto muy nublado;

igual la luna, que llena brilla con prestancia

y luego menguante crees que se ha apagado.

 

El viento no siempre es el mismo, muy cierto;

muchas veces es tornado que gira imparable.

Otras es brisa, parece que no está despierto

y en ocasiones ni sopla y ya no es localizable.

 

¿Y el mar? Indeciso siempre, pero elegante,

con sus olas que a la playa llegan cansadas;

pero igual enfurece y con fuerza inquietante,

deja muchos secretos en sus olas guardadas.

 

La flor va cambiando, no siempre es tan bella,

aunque un jardín adorne con pétalos divinos.

Pero incluso marchita, gran recuerdo es ella

si acaso alguna vez sirvió para unir destinos.

 

Nosotros mismos, todos vamos cambiando,

primero gateamos para luego lentos caminar;

hasta que quizá un bastón nos avisa cuándo

la vejez que se anunciaba, acaba de llegar.

 

La vida no escapa a los cambios, obvio que no;

aunque nunca sean cambios que ella decida…

Se manifiesta porque vives tú, porque vivo yo,

hasta que llega la muerte y deja de ser vida.

 

Cambian los sueños, los imposibles y los otros,

ya sean pesadillas o sueños de mucha belleza;

sueños en los cuales la alegría es de nosotros

o sueños como casas donde mora la tristeza.

 

Cambian los hijos… crecen y un día se nos van,

dejando atrás estelas de recuerdos, de huellas.

Y cambia la noche… las luces del día llegarán

y nadie sabrá dónde lloran o ríen las estrellas.

 

Original de Álvaro Márquez
Caracas, Venezuela
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