argantonio

Sin risas ni llantos

Hoy sé de donde soy

mañana no sabré donde estoy

ni el sol será como era

en los parajes olvidados

donde habitan los pájaros,

las torres sin campanas

seguirán calladas sobre

el caserío blanco.

 

Esas viviendas donde nadie vive

son solo memoria, allí no hay

ni fiestas, ni llantos

ni risa ni besos, todo está vacío

no se oyen pasos, ni voces

ni un triste maullido de gato.

 

La ermita estará como la última vez,

en una penumbra acogedora para

los solitarios y extraviados.

 

Ya no hay bodas ni duelos

y la pila del bautismo está seca

ese silencio es más silencio

sin el llanto de un niño.