Mujer hecha de ternura y silencio. 
hecha de sonrisas del viento y coqueteos del sol. 
Mujer hecha de paz, de alegría... 
de admirable sabiduría y esplendor. 
¡Mujer de Luz! 
de piel oscura como la noche sin luna, 
de ojos brillantes, penetrantes... 
penetrantes como un te quiero susurrado al corazón. 
Mujer hecha de paciencia; de amaneceres cantando... 
de amaneceres trabajando al rayo del sol, 
amamantando, cuidando, contemplando sus hijos; 
dando pan, dando abrigo y protección. 
Mujer hecha de tierra y de cielo, 
de inocencia y esperanza, 
de profundos sentimientos... 
Transparentemente libre. ¡Bella! 
Sus continuas muertes internas nos han dado vida 
y sigue muriendo con tal de que yo viva. 
Es mi Madre... Alicia.