Todos los días al anochecer,
mi alma sola y sin compañía,
solo desea poder conocer,
el sonido de tus latidos en perfecta armonía.
La noche se asienta y yo me pregunto,
¿La vida es mejor contigo en su punto?
La verdad es que no sé, quisiera saberlo
y así acabar, quizás conociendo
la belleza de tu amor en su más pura expresión.
Pero es imposible, yo lo sé...
Soy tímido y muy callado,
el amor me ha echo a un lado.
No puedo siquiera hablarte,
la vida nos separa y corrompe.
No puedo siquiera mirarte,
sin el temor de que tus ojos se crucen con los míos.
Como quisiera poder abrazarte,
¡Permitirme expresar lo que siento por tí!
Pero es imposible, yo lo sé...
Porque soy hermitaño y demasiado tranquilo,
el amor se ha fundido, ya no puede conmigo.
La vida me ha llevado por distinto camino.
Pero aunque quizás,
esto jamás te lo pueda expresar.
Aunque quizás,
algún día la vida se pueda acabar.
Esta vida dura, que acaba con nosotros,
llenando corazones de sufrimiento y angustia,
¡Oh niña hermosa, tan solo recuerda!
El sufrimiento termina muriendo, se convierte en amor,
como el que yo siento por tí,
desgarrando mi alma al saber que tú no lo sientes por mí.