poetas

Oda a un amor eterno

Nadan los delfines en el mar,

el sol se asoma al amanecer,

mirando al cielo me quedo,

pensando en cuánto te puedo querer.

Y es que no sé sonreír sin ti,

significas demasiado para mí,

espero que tú también pienses así,

que nuestro amor sea eterno y feliz.

Este amor eterno es mío, es tuyo,

con una dedicatoria te lo entrego,

mi alma te ama ardiendo de fuego,

porque esa es la llama que me mantiene vivo,

la llama de amarte toda una eternidad.