Yolanda Barry

NO TARDES AMOR.

 

 





 

 

Trascurría la tarde tranquilamente,
como siempre tú no te apartabas de mi pensamiento,
tu recuerdo hacía sonreír a mi corazón.
Aunque habían pasado unos días de no vernos
para mí ya se me habían hecho una eternidad.
 
Una llamada cambio todo para mí,
la promesa de vernos y bailar contigo,
no quería salir...lo que más deseaba
era que estuviéramos solos tu y yo.
 
Deje todo lo que hacía,
subí rápido a arreglarme,
no sé que tienen tus palabras
que siempre inquietan mi piel.
 
No sabía que ropa usar,
recorría todos mis vestidos,
recordando en cada uno
todas las veces que hemos estado juntos...
¿cuál te gustaría más?
¿cuál escogerías tú?
al fin me decidí...el vestido negro
que tanto te gustaba cuando salíamos.
 
Solo faltaba un poco de maquillaje,
discreto,suave,bien sabes que
no me gusta pintarme mucho
y el perfume,tan importante
cuando estamos juntos...(me encanta
cuando recorres con tus labios mi cuerpo
y me besas,sintiendo como arde
levemente el aroma de mi piel)...
perfume,vestidos y zapatillas,
no necesito nada más para tí.
 
Previné todo lo que te gusta,
tu bebida preferida con tres hielos,
tus bocadillos favoritos,
¡¡¡ LA MÚSICA....claro la música...!
es lo más importante,no puedo estar sin ella...
¿qué es más hermoso que sentirte cerca,
con tu aliento en mi oído mientras escuchamos
una bella melodía de amor?
 
No tardes amor...no tardes más...
no quiero que se deshaga el hielo de tu vaso,
no quiero que se acabe esta canción...
me abrazaría a tí toda la vida,
escuchando esta hermosa canción.
 
Al fin llegas,con la suavidad 
que caracteriza tu andar...
tu elegante traje,tu camisa impecable...
tu aroma que tanto me gusta percibir
después en mis vestidos...ay amor...
solo tú sabes como tratarme,
como abrazarme y hacer despertar
en mí  una salvaje pasión que habita
en la profundidad de mi amor por tí.
 
El abrazo no se hizo esperar...
tus labios...tus manos...
todo lo quiería  palpar...
abrázame amor....no me sueltes ya...
en cuanto viste todo preparado
surgió en tí una traviesa mirada,
tus ojos sonreían....era lo que tú esperabas...
 
Abrazados comenzamos a bailar,
los besos no alcanzaban
para calmar mi ansiedad,
tus caricias inquietas,
empezaban a brotar,
tu cuerpo encendido
empezaba yo a disfrutar.
 
Pero hubo un momento en que todo se calmó,
tu rostro sereno entonces apareció...
tu mano derecha por debajo del vestido
se encontraba ya...yo no comprendía
porque serio te habías puesto ya.
 
Yo te preguntaba,¿qué habías encontrado mal,
era acaso el vestido que no te gustaba ya,
a lo mejor el perfume no te excitaba más,
o era mi cuerpo que no te hacía gozar?
 
Solo comenzaste a sonreír,
de tu sonrisa brotó la risa
y un ademán en tu mano
que me empezó a molestar...
dime cariño...¿qué sucede más?
entre palabras confusas
te empecé a escuchar...
-habla mi vida,no entiendo ya...
 
-eres una niña distraída...
todo dejaste en su lugar,
la música,la bebida,tu aroma,
bien sabes como me gusta disfrutar...
pero hay algo cariño que está fuera de lugar...
eso que traes en la mano y que no usaste ya...
a ver extiéndelo en la mía,no te hagas del rogar...
 
Estupefacta me he quedado...
no hallaba palabras que usar,
era la ropa interior lo que llevaba
y ya no había de utilizar.
 
Entonces un fuerte abrazo
me atrajó hasta ti...
levantaste el vestido
y tus labios ya no me dejaron explicar,
que eran tantas mis ganas
que ese pequeño detalle me faltó...
-no te preocupes mi cielo...
era algo que nos iba a estorbar.
 
YOLANDA BARRY.