Zoraya M. Rodríguez

**~La Dulce y Fría Tentación - Novela Corta - Parte VII~**

Leónfilo quedó petrificado en aquella silla de la corte suprema. Y más aún quedó sin sentido cuando escuchó que su artefacto estaba allí en una mesa casi al lado de él. Y quiso ser ese Dios con quien él hablaba, a través, de la línea sonora transmisora pero no, era él, Leónfilo. Y lamentó que no estuviera allí, cuando él le hablaba mediante la línea, claro su Dios. Y anhelaba que su fuerza no se debilitara cuando el juez dictara sentencia. Y él Leónfilo quedo tan herido, abatido y más aún quedó tan desolado. Y se enfría el momento, las manos álgidas, la mente cerrada y el corazón compungido. Cuando el juez le pregunta, y -¿Como funciona eso?-. Y Leónfilo le dice que así… Cuando conecta la línea sonora sale a relucir que esta la voz de Dios en la línea sí. Y en alta voz. Y Leónfilo contento de haber escuchado a alguien en la parte de allá yá que Christian Polon estaba yá muerto. Y Leónfilo contento y alegre le habla y le pregunta aquella pregunta ante el juez y el jurado y ante todos allí presentes. -¿Dios es hombre o mujer es blanco o negro?-. Y le dijo es mujer y es negra y con una explicación para quedarse en blanco. Cuando todos caen en el mismo círculo vicioso que el que le habla a Leónfilo no es Dios, a través, de la línea transmisora de ondas sonoras. Y se llevó la sorpresa el juez y más aún envió a investigar el transmisor. Y que se ventile un nuevo juicio para Leónfilo con los nuevos resultados. Él, Leónfilo tuvo la suerte que nunca esperó, otro juicio más. Y se detuvo el tiempo y más aún el reflejo de un agua en cristal, cuando se supo que en el transmisor había alguien más. Y Leónfilo yá se imaginaba que fue, era alguien que él tenía en su cabeza. Y Léonfilo se fue para su habitación y habló directamente con esa voz que le hablaba y que notó en el juicio que esa voz era la misma que él tenía en su cabeza y mente. Y supo que era una voz dulce, buena, pero, fría como la nieve. Como el frío tenue, opaco, y deslizante, y tan penetrante como la vez que empezó a hablar por el transmisor. Y fue la tentación que lo llevó a investigar, a indagar, por su libre albedrío, por su eterna libertad y, más aún, por su libre entorno y poder limpiar su reputación. Cuando se sienta al filo de su cama en su habitación y piensa, escribe en un papel todas aquellas respuestas de esas interrogantes de él mismo Leónfilo, y se da cuenta de algo, que no es él Leónfilo, ni su mente, ni su pensamiento, ni su cabeza. Era alguien más, y se dedicó a investigar por muchas horas. Y se sintió desolado, y más aún triste, cuando se intensifica su dolor de no saber quién era. Llama a la estación y más aún llama al Negociado de Europa, y nadie sabía más que él de esa voz interna en su eterno interior de Leónfilo, hasta que él mismo lo expresó al Negociado de Crímenes de Europa. Lo ayudan a investigar a indagar sobre ese asunto y es la misma voz que proviene del transmisor que él Leónfilo creó y elaboró para poder hablar con Dios. Es la dulce y fría tentación, yá no son los dulces como Kira adoraba tanto, era la dulce y fría tentación de esa voz en su cabeza. Él, investiga, riposta e indaga y, más aún, ahora él se pregunta muchas interrogantes que él mismo no puede entender ni contestar.



Continuará…………………………………………………………………………………...