Elena Nikkinen

Duro corazón

Gotas caen al ritmo del son.

Sin esperanza ni brillo ni sol.

Los paraguas callan, corrientes llevan.

Más nadie cuenta lo que más anhela.

 

Olor a tierra mojada de tormenta,

Viento calmado, fresca la espera.

Buscando refugio, todos corriendo.

Más entre alboroto, algo sale luciendo.

 

Restando los edificios, restando los sonidos.

En el silencio se encuentra un niñito.

Feliz dichoso, bendita el agua.

Por fin aguantará otra semana.

 

Puede que tu desgracia, 

para otro sea bendición,

¿porque es que somos,

de más duro corazón?

 

ELENA HAKKINEN