ADANS BECMAN

BENDITO SEA EL PAN QUE QUITA EL HAMBRE...

Ay, ese trozo de pan de cada día

que a veces se tira en la calle

o en el contenedor de la basura

y que tanta falta hace al que mendiga

donde está la sonrisa rota de un niño

esos ojos blancos que nos mirán

tras la tenue luz de la ventana

de unas lágrimas que suspiran

en el silencio del alma, respiran

ese trozo de pan que quita el hambre

cuando niño al suelo se me caía

pidiendo perdón al cielo, lo besaba

ese pan nuestro \" de cada día \"

para el que no lo tiene, no lo sabe

hambre de pan y de vida...

Mira tu, como corre el río por sus mejillas

ese agua que riega nuestras conciencias

que quizás ya estén perdidas

yo lo pondría en un lienzo, y lo colgaría

en el comedor, para verlo todos los días

¿ Es que falta corazón ? ¿ Donde está la caridad ?

un jinete pálido cruza el cielo

hay un jardín en la otra orilla

un campo lleno, de doradas espigas

¡ Quién fuese labrador, para sembrar las semillas !

Para hacer muchos trozos de pan

para aquellos labios que suspirán

hambre, mucha hambre, de amor y de pan

ese pan \" nuestro \" de cada día

que quita el hambre del que lo tiene

y el alma negra del que lo tira,

hay confusión en el ambiente

blancos los ojos, blancos los dientes

de esa criatura que suspira, mirando fijamente

quizás pensando, a que sabe el pan que come la gente...

La mañana se viste de seda

hay fiesta en el alma, del que come cada día

unos buenos filetes con pan

esos trozos que sobrán y luego se tirán

¡ Bendito sea el pan que quita el hambre !

Se pone el sol, cae la tarde

con el estómago vacío, hasta mañana

¡Si es que mañana, ya no es demasiado tarde !...