Diego Nicolás García Contreras

equinoccio

quise fundirme en la conmovedora efervecencia las casas
sin poder ver el mar

unidas en la malla metálica que inventó mi mano
y por la que contemplo telas absolutas

atavíos maravillosos
ladrillos resultantes de la mano de un artista
un buda recostado fue un árbol
excito al misterio
que se queda a conversar

equinoccio traeme la fuga
y la raiz

la calma 
para el despertar de la estridencia

traeme tus párpados
para guardarlos otra vez
y en la retina de la luna
bordarlos con lágrimas de amor
un hilo aureo
y olor a noche estrellada

silencio primavera

conmuevenme los vientos

dispersan fronteras por el aire
meciendo tus palmeras
con rumores de dulzura


brisa ardiente
verde aventura

otra vez quise empezar desde cero la carrera
para no marearme en ajustadas progresiones

quise fugir a sus brazos
esculpir buenos besos para la eternidad

y dejarlos morir en la memoria

dulce embustera

(del amor quimera)