Verano Brisas

NO ESCRIBIRÉ TU NOMBRE

Jamás escribí tu nombre, nunca lo escribiré

al respaldo de las bancas de los buses y parques,

de las sillas de los teatros,

tras la puerta de retretes públicos o privados,

sobre las mesas de las cafeterías,

servilletas y manteles de los restaurantes,

en el manubrio de la bicicleta

o en la parte superior de los espejos,

contra las paredes y muros de la ciudad,

sobre el cemento fresco de las calles,

entre las páginas del libro de filosofía

o en el lomo de los diccionarios,

en el cuaderno de notas de la universidad,

en la pasta del directorio telefónico

o en la guía de mi agenda personal.

Tampoco en la corteza de los árboles

y menos aún en la menuda arena

de la pequeña isla con que una vez soñáramos.

Para qué escribirlo en un lugar del mundo,

si está grabado indeleblemente en mi corazón.