el jota

Prólogo: Espejismo Maldito

Prólogo

Nada es lo que Parece

            Quizás lo más difícil para los escritores no es: ¿Qué escribir? Sino ¿Cómo expresarlo?, en un principio cuando comencé a desarrollar mis habilidades de escritura lo hice como una manera de exponer mis pensamientos y poco a poco me fui desenvolviendo, no solo con escritos aislados sino dándoles forma y estructura, ya sean como poemas o como obras de teatro, sin embargo, nunca supe cómo expresarlo; Es decir, siempre los textos nacían, como una idea, al principio, y luego se iba puliendo y era en ese momento que la estructura y la forma iban apareciendo.

     Así pues, nunca sabía qué estaba escribiendo hasta que el texto completo había germinado y por tal motivo no podría etiquetarme y no es por vanagloriarme, de alguna manera, sino que simplemente me considero un escritor libre de ataduras, pues puedo a llegar a escribir tanto textos de amor, como políticos o quizás un poco filosóficos o psicológicos.

     Sin embargo, se me hacía un poco difícil escribir textos narrativos, ya que me gustaba más hacer diálogos o exponer ideas que describir el contexto, aunque no por esa razón me negaría a escribir uno, solo que no me llegaban a la mente este tipo de escritura. Pero todo cambió, un día en el que una imagen y un tema llegaron a mi mente, en este caso, me reservo el derecho de decir cuál fue esa musa que me llegó a la mente para escribir el texto, lo que sí, es que quería hacer referencia a una realidad dibujándola a través de la palabra y de la literatura en una narración con simbología y con analogías.

     En este caso, ya la idea fue evolucionando a forma y estructura, mientras iba escribiendo, iba imaginando y mientras iba imaginando, iba escribiendo, por lo que cada palabra estaba escrita con la finalidad de expresar la idea que iba transcurriendo en mi mente como una película de terror, porque a medida que transcribía, el género del texto se hacía más explícito. Era la primera vez que desarrollaba uno así, y cada vez me gustaba más, pero el prólogo que ahora transcribo está diseñado para aclarar algunas cosas que pienso necesario que cada lector tenga en cuenta.

     En primer lugar, que fue escrito como narración de una sola parte, en el que tendría su inicio y su final, cuando terminé la primera parte supe que había cosas tan interesantes que no debían quedar como un final abierto, perder la historia en un cuento corto de tan solo once páginas tipo carta, era prescindir de un tema que quizás no podía volver a repetir, por lo que, antes de darle un final conversé con Milagros Fernández y Gerson Arrieche compañeros de estudio y amigos del alma, de la cual me dieron ideas muy importantes para continuar con la historia.

     En segundo lugar, y continuando con la misma idea, comprendí que no solo era necesario darle continuidad a la primera parte, sino que podía explicar un poco más la idea del hotel, además había agarrado varias ideas para agregar a la historia y aunque eran ideas aisladas todo fue encajando de una manera tan extraordinaria que la segunda y la tercera parte fueron terminadas en poco tiempo y con un día de por medio.

     En tercer lugar, es importante destacar que en vista de los dos puntos anteriores, cada uno de las partes tiene un inicio y un final, a pesar de ser juntos, un todo, tienen su independencia del resto, la historia de cada una de las partes son necesarias para concluir el cuento que nació, creció y evolucionó. Y es por esto, que como autor sugiero a los lectores respetar la lectura con intervalos de un día por medio, para que se pueda apreciar la independencia de cada una de las partes.

     Lo que al principio pudo ser, ahora ya no lo es, y aunque cada parte este estructurado con un inicio y un final al terminar de leerlo todos, te darás cuenta de que nunca perderá su valor original porque seguirá siendo el cuento con final abierto que siempre fue, aunque tenga una, dos, tres, cuatro o diez partes. Y no te olvides de leer el epílogo porque te dará una entrada más a lo que considero el final abierto.

     Además de que en el texto quiero fusionar la realidad con lo fantástico, un realismo mágico en el que quise tomar situaciones cotidianas y explicarlas como sucesos que provienen de la misma historia. Los personajes entre reales e imaginarios también tienen mucho que ver a la hora de darle realismo a la vida literaria y hasta puedo decir que muchos aportes de la historia fueron inspirados en otras obras.

 Por esta razón, quise rendir homenaje a otros textos tomándolos de referencia así que si mientras lees, te imaginas tu vida o la de algún conocido o simplemente te acuerdas de otro texto que hayas leído, no estarás muy alejado de la verdad para eso nació, si es un cuento largo o tal vez una novela corta ni siquiera lo intentaré decir lo dejo a disposición del lector, que disfrute la lectura sin ninguna etiqueta, que disfrute la lectura sin tener una idea de lo que se encontrará y que solo al leer completamente la historia tenga su propia conclusión por eso te invito a leerlo y a ser parte de este espejismo maldito.