Danny McGee

EL BUFÓN.

El Bufón.

Sé que sabes que soy un bufón,
un bufón del reino umbrío,
un loco poeta, un ser juguetón 
que sólo aparenta vivir el estío. 
Soy de fuego en la sonrisa,
soy de ardor en la mirada,
el que vive siempre a prisa
por sentirte enamorada.
Yo por ti busco el desvelo,
para hacerte compañía,
en estrellas de aquel cielo
que se enciende de alegría.
Y a lo oscuro de ese trono,
donde tú sueles llorar, 
yo le quito aquel encono
que no te ha dejado amar.
Por enviar la dicha plena
a tu tan negro castillo,
yo me olvido de mi pena
y hago un chiste muy sencillo.
Digo, a veces, por grosero,
que eres bruja y no princesa,
mas tú sabes que te quiero,
que eres tú quien me interesa.
Y otra vez, con bufonadas,
con palabras de hosco humor,
digo: “Bueno, son bobadas,
yo jamás seré tu amor”.
Son tan sólo groserías
de un bufón que te divierte
y que inventa poesías
por salvarte de la muerte.
Tengo claro que en tu vida
no seré un príncipe azul:
mas yo quiero emblanquecida
tu sonrisa, como un tul.
Desde aquí, todas las noches,
yo te doy felicidad
y te quito los reproches
que infundieran tu maldad.
Sé que sabes que soy un bufón,
un bufón del reino umbrío,
pero ignoras que mi corazón
va solo y suplica... llenar tu vacío. 

A Claudia Jara