Oceánide♡

Julieta, mi psicóloga

Hablábamos de amor,

cuando me preguntó:

¿Sos consciente de que no dependía de vos

lo que sucedió?

Su voz calló... mi mente no.

 

¿Era consciente de que cuando me conoció

a otra persona de amar no dejó?

Lo supe después, no lo pensé.

Y en el momento, no se me ocurrió.

 

¿Había algo que pudiera yo hacer

para que se quede conmigo

sin dejarme en el ayer?

Creía que sí.

Creí que pude haber hecho las cosas diferentes,

o sólo tal vez,

con otra forma de ser...

Pero no, no tenía opción al parecer.

 

Mi mente vagó y divagó

entre cientos de ideas y pensamientos.

Algo cambió.

Ese click que necesitaba llegó.

La culpa se esfumó, desapareció, lejos voló.

 

Yo no era la razón por la que no funcionó,

simplemente de su parte, nunca hubo amor.

Aunque sí lo fingió,

la posibilidad de relación jamás existió.

Por eso, a quién él amaba fue y se entregó.

 

Entonces, ¿él tiene la culpa?

Del todo, no.

Enojada ya no estoy.

Y respeto su decisión...

Pero pudo evitar crearme la ilusión.