Monroy Gemio Pedro

Mi niña de amor.

 

Hoy tengo el alma fragmentada
con mis tristes recuerdos.
Tu presencia,
es mas necesaria que mi vida.
En mi alma solo queda tu imagen,
te hecho hija tanto de menos,
que tus recuerdos desbordarían un océano.
Los verdes valles, están cubiertos por tu imagen,
saltando entre las flores, azules, blancas y rojas,
claveles, rosas y azucenas.
Te veo como antes… de pequeña,
jugando en la tierra, sola con tus piedras,
mirando, sabes …
mirando a tus hermanas por si alguna se perdía,
para que nadie las tocaran, eran sagradas.
Sin darnos cuenta, así eras tu…
las cubrías con unas inconquistables
armaduras de amor.
Y en tu mundo de soledad,
sin saberlo, jugabas a ser su ángel de la guarda.
Fuiste aquella, que con su dulzura se hizo poeta,
aquella que arropaba con sus palabras a los demás.
Tú… tu fuiste la de aquel corazón tantas veces roto,
la incomprendida, porque en tu mundo no tenias amor.
Pero el de tus niñas…
el de tus niñas …cubrían tu vida.
Solo te mermo una maldita enfermedad,
nadie se daba cuenta de lo que sufrías,
de cómo estabas, de cómo te faltaban las fuerzas,
y en tu soledad pedías algo de amor,
solo un poco del que nos distes,
Pero… no respondimos mi niña bonita.
P.M. Pedro Monroy Gemio