YO CLAUDIO

NIÑA.

Me gustas cuando me miras

porque te veo esquiva y traviesa, 

jugando con tu pelo adornando tu belleza.

 

Tus manos finas y delicadas

no se cansan de jugar,

se mueven de arriba a abajo

invitando a participar.

 

La niña camina despacio 

recogiendo flores por el camino,

árboles y arbustos celosos

lloran abrazados a un pino.

 

 

Ya se acerca la tarde noche

la niña triste mira al cielo,

las estrellas se iluminan de una 

para acompañarla en su regreso.

 

No te apures mi dulce niña

aun no se termina el día para jugar,

las flores te han de regalar su perfume

que para ellas solo podrás danzar. 

 

Ya se a dormido la luna 

los pájaros han dejado de trinar,

no te amargues tu mi miña 

que la noche te a de acompañar.

 

Duerme tranquila niña traviesa 

que los ángeles te han de cuídar,

te dejaran rosas y claveles

para que tengas lindo despertar.