Lucia Rodriguez Lopez

IX. Poema de la noche que no duerme

La noche aún no se ha quebrado

para que salga a recoger

ramos y piedras holgados

por los altos valles cenizos.

La noche aún no ha partido

para que siembre cicuta y llanto

por mi pecho

mientras las flores de los cerezos

me miran conmovidas.

Pero se presenta una vorágine

de estelas depredadoras

impávidas ante las cloacas

por donde caminan los difuntos,

pies de plomo y huesos ligeros.

Y seduce con su tono verde

el aire que ató coronas de flores

esperando que cayera la amargura.

La noche aún sonríe redonda

para que salga a buscar

tu rostro de primaveras

ahogadas entre violines.

Y, aunque no quepa

entre los dedos, vendrá a mí

un desfile de serpientes

tejiendo yedras en mis manos

pero yo saldré al cementerio

a cortar las hierbas grises

esperando rosas entre los huecos.

 

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