Verano Brisas

MASCULINA

MASCULINA

 

Escoger el rincón más apartado de la casa,

de preferencia un lugar iluminado

donde el aire penetre sin dificultad

hasta el objeto anhelante.

 

Ensanchar los pulmones

y proveerse de un recuerdo lascivo

sobre el hombre o la mujer deseados.

 

Con la imaginación

entreabrir las puertas de la alcoba...

y de las piernas

observándolo (a él o a ella) deleitosamente

de Sur a Norte, de Oriente a Occidente,

sin olvidar los otros rumbos

en que está dividido el horizonte.

 

Mirarlo (a él o a ella) desnudo

como un durazno jugoso

junto a las turbas hambrientas.

 

Proseguir luego con los demás preparativos

inventados por nuestro acoso carnal,

antes de cerrar los ojos y fruncir el ceño,

en la seguridad del éxtasis.

 

No parar los suspiros, recuerdos y manipulaciones

hasta ver que el universo, regresando en el tiempo,

ilumina con su juego nuestro inminente Big Bang.