Virginia de Albán

ALMANAQUE BERMEJO...

 

 

Te encontré en la cama

confundiéndote

con todo lo que hay entre la medianoche,

cortejándome, una vez y otra vez,

igual que a la muchacha

antigua… antigua…

 del almanaque bermejo del olvido.

 

Y te acercas inesperadamente:

  fiera enceguecida por el amor,

sobre las sabanas-sábanas del ayer.

 

Vestido sólo por penumbras,

vas rodeando sabiamente

toda mi espalda de quimeras,

inesperado, como la madrugada.

 

¡Ah mis pezones inhiestos ante tu aullido,

grito tras grito de lunas,

animales certeros de la alborada!

 

Relincho de estrellas

que desea enfrentarse a la noche,

para reinventar de nuevo toda la noche.