argantonio

Siempre lo recordaremos

Tiene que llevar una tarjeta

de identificación, sobre el pecho

ya casi hundido, para poder ver

los bólidos desde la pista.

 

Aquellos bólidos que él pilotaba

exponiéndose a peligros más

reales que las acechánzas de

la familia de Liz Taylor

en la ¨La gata sobre el tejado de cinz¨.

 

Es cruel que nuestros ídolos se

vayan deteriorándose ante

nuestros ojos y que los ojos azules

de Paul Newman sean cada vez

más grises.

 

Este Don Quijote judío de

facciones vigorosas de héroe

angloamericano, ha salido con

su cáncer pulmonar por sus propios

pies del hospital, quiere vivir

su último capítulo con su Dulcinea,

su última compañera leal, Jeanne Woodward,

os deseo un adiós dulce y prolongado de este

vuestro humílde admirador.