Siento mucha ternura, estoy lleno de pasión,
Una bella doncella se metió en mi corazón;
Se metió despacito, con detalles pequeños,
Una franca sonrisa, un abrazo cordial,
Esa tenue palabra, ese tono sensual,
Y el discreto silencio como niebla de ensueños;
Se metió muy adentro como leve suspiro
Que reprimes con fuerza, con fingido respiro,
Hoy la llevo presente en cualquier pensamiento
Como musa escondida, como, en templo, una diosa;
Esa su alma de niña, la figura preciosa,
Con la mente despierta y veraz sentimiento;
Yo te quiero sincero y jamás fallaré,
Soy tu amante, tu amigo, y por siempre seré
Ese ser que no duda de su honesto fervor,
De su entrega tan plácida que le dio este destino,
Una estela sagrada al final del camino,
Toda llena de gracia y del más puro amor…