Luis E. Calderon Romero

Onomástico decembrino para una quinceañera

Niña: Te ofrezco una fiesta,

una fiesta sin igual

para celebrar con gusto

que cumples un año más.

 

¿Quieres música de viento?

Diciembre es un huracán

que nos trae de todas partes

la sinfonía universal.

 

Las campanillas del campo

repicarán al compás

de cada día de existencia

y cada año, un tulipán.

 

Un arroyo tarareando

por la calle pasará,

marcando pasos de baile

a las piedras del lugar.

 

¿Te provoca una trompeta?

Un pájaro entonará

una nota sostenida

digna del más puro jazz.

 

¿Que toquen un vallenato

con música de acordeón?

Mira a una ardilla jugando

con oruga tornasol.

 

Va la cumbia de las cañas

en las riberas del río,

cuando encienden los luceros

la paja de los bohios.

 

¿Damos un paso hacia el Norte

buscando música rock?

Busquemos a un mono entonces,

eso si, un mono aullador.

 

Descanso: Música suave

o música del recuerdo.

Allá vá una golondrina

llevando gotas de ajenjo.

 

Y cuando acabe la fiesta

no tendrás tristeza alguna.

Cada día será tu fiesta

¡Oh niña! ¡Qué gran fortuna!