argantonio

Las salvas que no salvan

Yo trato en mi paseo

de no pisar las hormigas,

disfruto en silencio del

rumor de la vida, del

vuelo del moscardón,

del zumbido de la

mosca inoportuna,

del trino de un pájaro

solitario, que aprovecha

las pausas entre las

descargas de escopetas,

para volar de árbol, en

árbol, no quiero armas

sin almas, que a las aves

en su santuario inquietan,

Plácido se llamaba

mi canario y se calló

para siempre poniéndole

luto a su diaria fiesta.