yito

Mi Primavera.

 

Dejaré de lado los sonetos

las décimas y el sigléma

no me detendré en la rimas

ni contaré las sílabas

de los versos alejandrinos.

Acallaré mi voz

cerraré los ojos

y aguardaré en silencio

con un capullo de rosa

entre mis manos, el sonido

de tus pasos por mi acera.

Extenderé la rosa, a tu paso.

Tú sabrás, si quieres ser

mi primavera.