Ruth García

ÉL

Mi buen amigo dirás que falle,

que soy una mujer cruel,

pero recuerda que vivías en la calle,

no me reclames porque estoy con él.

 

Acaso olvidaste las noches que dormía sola,

aquellas donde si reclamaba seria lastimada,

dime tan pronto se te olvido que era tu burla,

la que siempre debía mantenerse callada.

 

Mi buen amigo quiero que sepa la verdad,

una tarde al salir dejo la puerta abierta,

quien pensaría que sería para sentir la felicidad,

del otro lado me esperaba una vida distinta.

 

Esa tarde un rostro dulce me recibió,

me miro lastimada y en sus brazos me acurrucó,

se tomó el atrevimiento  de quitar mi agobio,

ese que a tu lado me intoxico.

 

Mi buen amigo, él me tomo entre sus brazos,

me ayudo a sanar mental y físicamente,

me dedicaba sus mejores sentimientos,

su dulzura era mi mejor calmante.

 

Él tenía que esperar a que tú te fueras,

él tenía que ser paciente unas horas para amarnos,  

él… ¡no era solo mi amigo cuando tú no estabas!,  

él y yo ¡hicimos el amor en todos los encuentros!.

 

Él despertó lo que tú en un tiempo sepultaste,

él no necesito tocar el cuerpo para hacerme sentir,

a él solo le basto ser transparente diariamente,

para hacerme saber que a su lado volvería a vivir.

 

Él, mi buen amigo tiene como nombre amante,

título que gano dándome su amor puro,

él supo esperar para lograr de mi alejarte,

y tomar el título de esposo en un ¡futuro!.