Esteban Mario Couceyro

Morir de amor

He salido, a respirar el atardecer
el día, se va detrás del sol
sin despedidas, como si nada hubiese pasado
como si todo este tiempo
haya sido inevitable
inevitable.

Quisiera correr, tras la luz
no dejarme atrapar por la noche
arrojarme tras el horizonte en llamas
y extraviarme
en el vacío inmenso de la ausencia.

 

Pero estás vos

llamándome ajena de mi

como si fueses un diapasón

inevitable

preciso en el vibrar

......

me nombras

una vez más.

 

Regreso sobre mis pasos

llegando a vos

tus ojos se confunden con los míos

dejo atrás tus fragantes cabellos

y la noche

dueña de las sombras

inevitable

enfría la vida.