ADANS BECMAN

ALÓGENOS, LA LUZ QUE A LA NOCHE IMPLORA...

Alógenos, luz que a la noche implora

afilándo la mirada en el silencio

afeitando del tiempo la palabra

haciendo bisagra el pensamiento

África descansa, soñadora

 

esas palabras gramaticales

que se agregan a diario

almacenan vaguedades

en un triste calendario

colgado en la pared , relicario

 

piezas sencillas de ajedrez

para ahondar en el pozo alejandrino

cabalgando directo hacia el alba

somos albañiles que construimos

muros de bronce, alcalinos

 

somos la alcuza que engrasa

el molino de la ignorancia

criando telarañas en el alero

nota fugaz de una guitarra

alfilez perdido en el sendero

 

hay una magnolia que se abre

en un jardín de la Alhámbra

gotea el aroma en la tarde

a la sombra de un algarrobo

descansa el alma, tengo hambre

 

y almuerzo mi propia pena

silva el viento, madre

hay un jarra de alumio donde todo cabe

Amado Nérvo, tu lo sabes

la locura en la alacena

 

antagonista el agua mira

las antípodas con anteojos

a lejos, se le antojan rastrójos

danza el anzuelo, el pez se escapa

una capa es la que todo lo tapa

 

apedreámos  la inocencia a diario

ponemos en un aprieto la compostura

somos paletos con delirios de sabios

locos con pañuelos de seda

que amordazan nuestros labios

 

y en archivo guardamos las cosas feas

que se amontonan en el átrio

polillas vestidas de blanco armiño

Arquímedes inventando la polea

que saca el agua en el pozo del patio

 

y tiene cuerda para rato esta eterna filosofía

que convierte la arqueología en arrebato

o en un estudio de asimetría

articulo de lujo para los sabios

que en ascensor de oro suben cada día

 

a guardar su ignorancia en un armario

asignatura pendiente, la humildad

esa que se escapa a la razón

y es un atuéndo que se alquila

en subasta, al mejor postor

 

en la cátedra hay audiencia cada día

la sabiduría no tiene la palabra

a saber, si la tiene usía

me cargo a cuesta un costal de melancolía

¡ Gracias a Dios, que llevo la vaca puesta !...