Daphné

Vuelve, Siempre y quédate

Hoy fui a buscar lavandas

en el mismo lugar,

sabes como me encantan,

era tarde, se durmieron

No obstante su belleza intacta

me dio celos

celos de ver las abejas acariciándolas con su eterna ternura,

cautivas de su fragancia  pasional,

Proclamándose eternas, dueñas la una de la otra

Me dio celos rabia ternura, Rabia celos tristeza

Ternura tristeza celos rabia
¡No sé!

Era un bucle curioso

Casi vicioso

¿Te acuerdas, cuando en invierno quería lavandas?

Y tú, tan loco las comprabas por Internet

La habitación sigue oliendo como aquellos días 

Cada día como hoy

voy

celosamente

Tomando un poco de su belleza y aroma, Repartiéndolas en cada rincón de la casa

Dejando las ventanas abiertas para que el viento

Su eterno cómplice lleva su aroma hacia ti

Para que regreses

te acuerdes que soy tu Lavanda y tu mi abeja

 

Daphné