Quisiera ser del viento,
la libertad que airea.
Y envuelto en sus corrientes,
sacudir las conciencias.
Quisiera ser del agua,
su cristalina esencia.
Y atravesar sin miedo,
las trampas que me acechan.
Volverme del revés,
para entrar en mis venas.
Y bebiendo mi sangre,
saber de su pureza.
Quisiera ser del sueño,
la libertad que encierra.
Y volar entre nubes,
agitando las piernas.
Quisiera ser del sabio,
su infinita paciencia.
Y andar en su cerebro,
para saber que piensa.
Caminando de espaldas.
Viendo lo que se queda.
Observando el pasado,
para no errar la meta.
Quisiera ser del verso,
la vida que interpreta.
Galopando en sus rimas,
para cantar con ellas.
Quisiera de la Luna,
los secretos que encierra.
Jugando en el espacio,
con el resto de estrellas.
Observando la vida,
entre las duermevelas.
Hacia adentro los ojos,
para sentir lo feo.
el verdadero rostro,
que habita en mis tinieblas.
Y perdido entre efluvios,
de presencias etéreas.
Libar de los placeres,
su verdadera esencia.
Remontar las corrientes,
que por dentro me enfrentan.
Succionando los restos,
del amor que me queda.
Y dejar que se vayan,
entre el cielo y la tierra.
Libres los sentimientos,
que por dentro me aprietan.
Viento, sueños y agua.
Luna, versos y tierra.
Rimas, cielo y estrellas.
Pedacitos de alma,
con sabor a frambuesa.
A.L.
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