Davileine Borrego

LOS CAMINOS DE LA VIDA


Davileineborrego Escritora@R/08/2018

Como cada día salí a caminar y fue placentero hacerlo, mis pies agradecian el paseo mañanero, asi fueron largo mis pasos y mi cuerpo comenzó a exigir el cuidado que necesitaba, y yo se lo proporcione para no escuchar sus reclamos.

Así camine y caminé, y se hicieron noches y días, entonces ya no era suave brisa ni hierba tierna la que mis pies poseían, eran piedras afiladas interminables me parecían y mi mirada se perdía en el horizonte buscando donde aquel camino terminaba, lo que me pareció placentero en un infierno ante mi se inclinaba.

No eran árboles frondoso lo que me rodean eran criaturas malignas que me trataban alcanzar, aunque no lo lograban mucho me asustaba.

Así camine y caminé por un camino imposible de evitar, entonces sentí un poco de alivio porque comencé a sentir suave brisa y alivio en mis pies, ya no habían piedras tampoco criaturas que me perseguían por fin eso quedaba detrás mío, y seguí caminando hasta volver a la hierba fina húmeda y placentera, fue como si el mundo me devolviera la paz, miré hacia atrás y comprendí que es inevitable cambiar nuestro camino, las dificultades hay que enfrentarlas y todo pasa la paz siempre regresa, siempre hay quien nos proteja, siempre hay quien nos cuide aunque el enemigo aceche.