Alfredo Daniel Lopez

El Ășltimo tren de nuestras vidas

 

 

El último tren de nuestras vidas

 

 

 

Pasiones que son amores,
amores que juegan con nuestras vidas
y nos dejan la piel herida,
entre recuerdos y dolores.

 

¡Quién lo diría!,
que a la vuelta de la esquina,
en un cruce sin crucero
sin semáforo ni apeadero,
tu vida y la mía tropezarian
como tropiezan los alces
en fuerte duelo.

 

Te miré a los ojos,
y rehuiste la mirada,
quizás enfurezida
o tal vez ruborizada.

 

Nunca sabré si fue casualidad o fue el destino, 
no sé si este tren es el último de nuestro camino,
sólo se que me subí raudo contigo
para seguir aquella estrella
que alumbra hoy nuestras noches bellas
y le llamamos \'sino\'.

 

A tu lado todo es nuevo:
diáfano, limpio y albeo.
Te miro y te veo
más allá de esa silueta rubia, 
de ese pelo ensortijado
y esos senos bien formados.
Te miro y veo, 
una mujer especial,
fuerte, valiente, amorosa y leal;
alguién en quién a ciegas se puede confiar;
y en mi corazon
en ese músculo donde conviven el amor, la fuerza y la pasión, 
hoy se enciende un latido
que por ti suena revolucionado y me recuerda...
que ya pasó el triste pasado
aquel que en un tiempo me quito el sueño,
que me causo dolor y fatiga,
por el cual vi como noche el día
y observe con tristeza el arcoiris, 
y hasta creí que era un castigo amar a la luna llena.

 

Pero todo cambia,
no hay mal que dure cien años
ni esperé todo este tiempo
para hacerme ahora a un lado,
o para correr y retroceder
como el niño asustadizo que en mi infancia albergé.

 

Llegó la hora... es mi momento:
¡Ahora o nunca!
¡O tú o ninguna!
No hay pena ni duda,
no es esto una condena
es la vida nueva que me espera,
donde ya me tienes atado
unido y entrelazado 
con mis brazos a tu cintura...
solo quiero perder ya la cordura, 
¡y gritar cuanto te quiero! 
¡y gritar que sin tu amor... yo me muero! 

 

Se acabó lo que se daba,
adiós al hombre que todo se lo pensaba, 
llegó el momento de ser impetuoso
irreverente y un poco loco,
de conquistar mi libertad y tus sueños...
de unir mi ser al tuyo.

 

Di adiós cariño mío al miedo,
abre tus brazos y ese tu pecho
y regocijate con cada sueño
que hoy aflora entre mi abrazo y tu beso.

 

El amor es más que el deseo
que la lujuria y ese cosquilleo
que ahora notas en tu bajo vientre,
el amor es la entrega
la lucha y la vida entera, 
es el camino donde dos se hacen uno
y cogidos de la mano avanzan
hacía un futuro sin prisa pero sin pausa.

 

Llora mi amor a mi lado llora,
pero llora de felicidad no de tristeza,
llora que las lágrimas de amor son las más bellas
que pueden brotar de esas tus pupilas;
llora mi amor que lloraré contigo
así uniré mi cuerpo al tuyo
y juntos beberemos esas lágrimas 
en el Santo Grial de la vida,
aquel que nos llevará en este mundo
al Edén y a esa felicidad prometida.

 

 

 

Un beso y una flor 

Alfredo Daniel Lopez 

19 - 08 - 2018