Gregorio Rojas

TU NOMBRE

La soledad que amaba el hombre,

la que rara vez de él se alejaba;

por más que intentase no lograba

conciliar la paz al oír ese nombre.

 

¿De qué nombre se puede tratar, mujer?

Unos cuyas siete letras me hace

sonreír y sugiere que enlace

mi vida al hoy, olvidando el ayer.

 

Es el tuyo, así siempre ha sido,

desde que lo pronunciaste aquel día

mi soledad ha tenido compañía.

 

Y lo que creía ya perdido

recobra su extrema fortaleza

y ahora,tu nombre vive en mi cabeza.