Claudieta

Me llamo Claudia

  Me llamo Claudia

por la gracia de un lunes bueno

y un poeta frustrado.

 

Estos fueron mis padres proverbiales

durante un impulso.

 

Sigo claudietizando desde entonces

sin acordarme de ellos.

ni de los días ni las noches

que me parieron.

 

Miro al frente con sonrisas

que en una maleta siembro;

esperando la cosecha

de una mano y un gesto,

por llevarme al viaje

la alegría de su encuentro.

 

Ese maldito viaje

con el seudónimo al hombro

del que ha ido y no ha vuelto.

 

No me conoce pero,

me llamo Claudia,

para servir a Dios

a usted

y a mis versos.