kalazum

POEMA AUTOMOTRIZ PARA UNA MUJER ÚLTIMO MODELO

 

 A Xinia, chica gasolina

 

 Gaste pliegos enteros de lija

secando mis lágrimas

al no poder encontrar una fisura como sonrisa

en tu fría carrocería.

 

Las tuercas que no ajusté

fue por errar la herramienta

y al final del camino pude ver

cuan equivocado estaba.

 

 

Y es que tenías un motor

que cualquiera pagaba  por oírlo rugir

por poner más atención  a otros modelos

hoy la chatarra invade mi taller.

 

 

No te pude conducir

entiendo el porqué del viaje

razón para que tus llantas te lleven lejos

y es que aquí ya no se repara ni un árbol de levas.

 

 

Ahora que te llenan con otro combustible

me doy cuenta al fin

el valor del metal, de tus aros blancos

y del suave cuero de tus asientos.

 

 

Que no diera por vivir

esas vueltas en – U –

a toda la velocidad saltando señales  de transito

jugando a los piques, con una patrulla atrás.

 

 

Morir entre tus hierros calientes

saber que ya no serás de nadie

embriagarme con tu líquido de frenos

y después de la explosión, que ni la licencia aparezca.