Rigoberto CrUz

Me bastarĂ­a

Me bastaría

Pienso que me bastaría algo como una señal oportuna,

Qué se yo, algo definitivo, una despedida.

Porque sigo tambaleando en mi barca con mi esperanza fría.

 

Tu mundo y mi mundo y mil leguas que nos distancian,

mil leguas que son suicidas, mil pensamientos que asaltan mi memoria,

y un silencio sepulcral en que digo tu nombre con un matiz de melancolía.

Y a veces… a veces te pienso aunque no te lo diga,

Y mi mente cobarde y necia insiste en que te escriba,

Y te he pensado, como un hombre tonto piensa en sus locuras,

Como un padre piensa en su hijo, así te pienso en mis tertulias.

A veces he pensado en tenerte por lo menos a ratos,

Sin tener en cuenta el golpe, la caída,

Sin tener en cuenta que después de ser santo se puede

Ser demonio todavía.

 

A veces te pienso y ya no sé si seguirlo haciendo,

Ya no sé si proyectar hacia ti mis pasos o dejar el camino y comenzar de nuevo.

 

Pero insisto que me bastaría,

Saberte algo más que amiga,

Saberte amistad cualquiera

 o saberte pura fantasía,

 

sentirte un poco cerca a pesar de la distancia,

o no sentirte nada,

 no sé qué prefieras.

 

Me bastaría un soplo de esperanza y no un segundo de agonía,

O un golpe a corazón abierto, aunque ya no cierren las heridas,

 

 

 

Y dejaría aquí mis esperanzas ya muertas,

Y dejaría que fuese perpetua esta lejanía,

Dejaría todo mi equipaje en esta hora insomne,

Con tu rostro como emblema,

Con tu nombre en la lápida mía…