Antonio Encinas Carranza

Te inventó mi soledad

Te inventó mi soledad
buscando compañia
en los días de la oscuridad.

Nací de un suspiro tuyo,
llevándome un poco
de tu ternura
y de tu sonrisa.

Ese día me parió
tú alegría.
Tu sonrisa me amamantó
y tus ojos me amaron cada día.

Te arranqué un poco
de tus castos suspiros
y de tu encantadora sonrisa..

Hoy solo soy un suspiro
cuando te recuerdo
en mi absurda soledad.

En el frío y gélido invierno
los pensamientos vuelan
al sur de las esperanzas.

Y siempre regresan
para quedarse,
al salir el Sol.

Nacer en el atardecer
para morir al alba
es la herencia que me dejaste.

Sin pensar que todavía existo
Y que tengo un corazón
que sigue vibrando
esperando que vuelvas
a mirarme otra vez.

Antonio Encinas Carranza

D. R.