Micaela

Ponme en una película


Solía llamarme veneno,
Me lastimó pero se sintió como amor verdadero.
Evitando todo goce de amores rutinarios,
en su cama poseí el cuerpo del amor,
Creyendo que con audacia y cobardía
Algún día mi suerte cambiaria.
Pendiendo de la sombra de mi amado,
En medio del temor y las sospechas,
Y con el espíritu agitado
Soy consciente del engaño,
De sus cabellos negros perfumados,
incalculable intensidad por quien la vida combinando
color y color busca ser concreta;
no me descompongas,
me besas y el mundo se agota,
es todo lo que tengo para mantenerme cuerda,
y aunque la muerte nos lleve la ventaja,
sabemos que somos un campo ansiado de batalla.