alupego (Ángel L. Pérez)

EN LA NOCHE SIN LUNA

 

Los nombres se diluyen,
como el humo en el aire.
En la noche cerrada,
donde manda el azufre.
En el fuego, al socaire,
de las nutridas balas.
Se disuelven los sueños,
que en temor se traducen.

Los vientos se mastican,
convertidos en brasas.
Y los pulmones arden.
Como silban las balas.
En la cerrada noche,
donde el alma se calla.
Tan solo hablan los gritos,
carentes de palabras.

El camino es muy largo.
El miedo es una losa,
que los hombros aplasta.
La incertidumbre empapa,
como una lluvia ácida.
Cada paso una herida,
que al andante acompaña.
Un enorme bagaje,
en la marcha se arrastra.
La noche sin estrellas,
de fuego iluminada.

En la noche sin Luna,
la verdad se desata.
Sin costuras camina,
a su herida aferrada.
Entre los nubarrones,
de pólvora y metralla.
Las lágrimas por dentro,
los latidos empapan.

Ya no queda un resquicio,
donde volcar las ganas.
Donde buscar la luz,
vilmente arrebatada.
Ni un sencillo asidero,
en la que amordazarla.
Para poder guardarla,
mientras duren las llamas.
Ni las voces son aire,
son pavesas que abrasan.
En el cielo sin ojos,
la ceguera es canalla.

Solo queda un sendero,
oculto en las montañas.
Allende se vislumbra,
una luz que te llama.
A. L.
http://alupego.blogspot.es/2