A veces, una fecha,
que marca el calendario,
nos dice muchas cosas,
nos vuelve más humanos,
y vemos, como nunca,
un nuevo aniversario,
de aquel día de agosto
y un alma despertando,
saliendo de los sueños
tras un viaje al Parnaso
buscando los latidos
del hombre en su letargo,
por culpa de la sangre
y el paso de los años,
sumido en la ceguera
que imponen los veranos...
A veces, esas fechas,
nos rompen los candados,
vacían las alforjas
de tiempos y de ratos,
que quedan cual recuerdos
prendidos en un cuadro,
nostalgia de las almas
que sueñan con tomarlos;
pero recuerdo el día,
la fecha de aquel acto,
la cama silenciosa
y el despertar cansado,
recuerdo que la vida
me dio su hermosa mano,
abrió también mis ojos,
besó mi humilde labio...
\"...A veces, otras fechas,
nos dicen cómo y cuándo,
pero recuerdo aquella
y este tiempo prestado
en que viví la vida
y en que sentí el contacto,
de esa mano de plata
y tu beso callado...\"
Rafael Sánchez Ortega ©
01/08/18