Danny McGee

DIFUNTO.

Difunto.

Amor, ¿cuándo llegó ese día? Amor, ¿me lo puedes decir? ¿Cuándo llegó ese día en el cual fuiste a olvidarme y le dijiste a tus silencios que otro rostro ardía en tu pecho?

Cuéntame… ¿fui yo el que le dio muerte a lo que estaba en agonía? Dime ¿o fue acaso el vil silencio el que a ti te hizo pensar que ya no te quería?
Amor, hoy pasan los minutos y no sé ni qué hora es, hoy me nublan los segundos en los que vi tu desnudez. 

Amada mía, cuando olvides cuánto me amabas en ciertas noches de mucho amor, recordarás cuánto te amaba y que el que más te amó fui yo. Lo sé… olvidarás cuánto me amaste, pero nunca has de olvidarte del amor que eché en tu piel, del amor que hubo en dos sombras cuando la noche supo arder.

Amor, ¿cuándo llegó ese día? Amor, ¿me lo puedes decir? ¿Cuándo llegó ese día en el cual fuiste a olvidarme y le dijiste a tus silencios que otro cuerpo ardía en tu lecho?

Cuéntame… ¿fue aquél quien te dio vida cuando yo estaba en agonía? Dime ¿o fue acaso esta rutina la que a ti te hizo pensar que ya no te quería?

Amor, hoy pasan los minutos y no sé ni qué hora es, hoy me nombro tu “difunto” y yo ni pienso perecer. 

Amada mía, cuando olvides cuánto me amabas en ciertas noches de mucho amor, recordarás cuánto te amaba y que el que más te amó fui yo. Lo sé… olvidarás cuánto me amaste, pero nunca has de olvidarte del amor que eché en tu piel, del amor que hubo en un hombre cuando te supo hacer mujer.

A Claudia Jara.