cardenal

Xristo

Apretar los dientes.
Cerrar los puños.
Mientras te azotan. 
Rezar en alto.
Pensar en cosas lindas, 
mientras sufres.
Mientras lloras.
Engañar a tu mente, a tu cuerpo.
Mientras sientes que todo continúa.
Que nada ha cambiado. 
Los látigos son de cuero. 
Antes, te azotaron con alambre espino, con cuerdas de yute. 
Te coronaron de zarzas y tu costado sangró, al igual que tus manos. 
También tus pies. 
Tus rodillas se rasgaron, en tus caídas hacia el calvario. 
Amapolas sangrantes brotaron de tus llagas
Y de nuevo ha sucedido. 
Te hemos vuelto a crucificar. 
Cada vez que un anciano es maltratado en Una residencia. 
Cada vez que se hunde una patera. 
Cada vez que un país rechaza un barco de inmigrantes. 
Cada vez que el terrorismo siega vidas. 
Cada vez que una mujer es maltratada. 
Cada vez que alguien muere en Gaza. 
Seguirás muriendo dos, tres, mil veces. 
El camino al calvario, no és facil. 
Pedro te seguirá negando. 
Y Tú, seguirás inyectando vida en el útero de una mujer. 
Porqué?...