Atraves del cristal de mi ventana,
se deslizan las gotas de la lluvia que el verano derrama,
se escurren lentas tan lentas que hasta su paso detienen,
igual como hace el tiempo triste y mudo, cuando ella está ausente.
Lluvia dulce, lluvia suave,
que refrescas en mi mente los mas tiernos recuerdos del ayer;
su mirada tierna, su sonrisa alegre
y el correr de aquellos días
de besos y caricias,
de cantos y sonrisas,
que brotaban como flores por doquier.
Tus gotas, como sus caricias ,
son suaves son húmedas,
son mañanas de alegría cuando ella a mí venía,
son como las tardes de tibios colores,
son como puestas de sol,
son como todas las noches y los días
y como todo aquello que despierta los sentidos de mi piel.
Empápame, lluvia de todos sus abrazos,
lluvia de todos sus encantos,
lluvia de agua bendita,
lluvia de palabras tiernas y de intimos secretos,
lluvia de silencios exquisitos,
que los amantes guardamos
en el eterno placer de un solo beso.