Me gustaría hablar de sexo
y de ella.
Y de ella haciendo del sexo
una obra poética,
y de mi haciendo de ella
con lo que queda de mi.
Que besarnos es lo demenos,
y lo de más.
Que quiero hacer de tus piernas
pistas para no aterrizar mis dedos,
que mis dedos no quieren tus piernas,
te quieren completa
encima de mi
mojándonos
y bailándonos
y peleándonos.
Que mis caderas quieren guerra
cuando están encima de ti
y pierden el compás
cuando se confunden con tus gemidos,
y tu manera mañiosa de no dejar se hablar.
Que esto no se hace hablando, mi amor.
Quiero darte la vuela mil veces, a ver si así pierdo la cuenta de los orgasmos que no te saco.
Que quiero que mis dedos te lleguen hasta el alma
y bien mojados
ida y vuelta
por favor
que los necesito para conocer tu espalda
y tu culo
y todo lo que quede de ti.
Que me mojas hasta el alma,
entre gemidos y risa
cuando dices que aquí no, pero allí si.
Que quiero que oscuridad
sólo sea sinónimo
de nuestros cuerpos abiertos
para sabernos un poco más
cada vez.
Y que el silencio
sólo se oiga
entre gemidos y jadeos,
y que la soledad
sólo venga
cuando mis dedos no estén
entre tus piernas,
para llovernos y dejarnos mojar.
Quiero que nos bailemos los miedos
y los cuerpos
quiero bailar la vida contigo.
Y esto
ya no se trata de sexo,
si no de mi
contigo.
Escribiéndote.