David Arthur

En mis oídos tu silencio ruge

 

 

Mis labios saboreaban

de un calíz seráfico

el rocío deleitable posando

con timidez en los contornos

de tu sonrisa

 

Mareados mis ojos

por el ir y venir

de tus pestañas

seductivos,

estimulando imprudencia

 

Coloqué con destreza

cada toque de mis dedos,

sintiendo tus susurros,

huyéndose por tu espina,

abrazando su renacimiento,

 

cual arroyos impacientes,

ansiosos a recordar

el arrebato

en el espuma del oleaje

de un encantamiento

 

Por desgracia la escarcha

congeló los capullos

de nuestras rosas,

así privándonos

de sus fragancias

 

En mi soledad

recojo con desgarro

los pétalos caídos,

mientras en mis oídos

tu silencio ruge

 

La foto por cortesía de Jérome Coppo