Luis E. Calderon Romero

El Castigo

He aquí la fruta que Ligia

No me quiso regalar

Con depurado egoismo

La fué dejando pasmar.

¿Será que así es que le gusta?

¿Así la va a saborear?

Porque es pecado muy grave

La comida despreciar.  

 

Pero como me enseñaron

A bien por mal regresar,

A buscar fruta dañada

Iré al mercado a comprar

Para traerlas a Ligia

Y su panza regalar

Pues deduzco que manjares

Ya pasados, es su agradar.

 

Pero si no fué por eso

Si no que fué por guardar,

Porque es que le duele mucho

Ver comer a los demás,

Que se le pudran los ojos

Y la lengua bien atrás.

La jeta le huela a fruta

Bien pasada y contumaz.

 

Y cuando vaya al infierno

(Quién la querrá perdonar)

Yo desde el cielo la vea,

Bien sabroso y bien frutal,

Buen aire acondicionado,

( Bien merecido me está)

Ella bien retequemada

Condenada quedará,

a chupar fruta podrida,

Por toda la eternidad.